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Jóvenes y alcohol


Clínica Campo Renacimiento – FISAC

Reimpreso de (Ganar Aliados no. 18 Abril - Junio 2005) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.

Etapas de la adicción y fases del alcoholismo

 

Las personas NO pueden controlar por simple voluntad los efectos del alcohol.

Es importante conocer los variados patrones de  consumo de sustancias que grafican cómo uno se inicia y cuál es el curso del consumo una vez que la persona ha empezado el consumo de sustancias adictivas. Para tal efecto nos basaremos en los parámetros descritos por   especialistas y por la Organización Mundial de la Salud en  los últimos años.

1. Enamoramiento

Los primeros contactos normalmente están asociados a experiencias muy placenteras en las que se produce euforia o una gran tranquilidad; al darse estos cambios en el  estado de ánimo que en muchos casos se da a nivel visceral, se genera un enamoramiento de la sustancia.


2. Luna de Miel

Cuando existe baja tolerancia a la frustración o incapacidad para hacer frente a los problemas de la vida cotidiana, existe una tendencia a buscar «soluciones mágicas» y, muchos creen encontrarlas a través del uso de alcohol. En esta fase el adicto experimenta muchas gratificaciones y minimiza cualquier consecuencia negativa.




3. Traición

Se empiezan a experimentar cada vez con mayor intensidad las consecuencias nocivas del uso de alcohol; además del deterioro sufrido en las principales esferas de su vida, es muy probable que esté haciendo cosas que normalmente no haría para mantener su adicción (robar, participar en actos ilegales)


4. En la Ruina

La tolerancia física ha aumentado notoriamente, cada vez necesita más alcohol para poder disminuir los desagradables y a veces insoportables síntomas de la supresión; ya no obtiene placer. La manera de afrontar los problemas sigue siendo la negación, por lo que en lugar de resolverse, se incrementan cada vez más.


5. Aprisionados

Llega el momento de desesperación y sensación de vacío interior; el comportamiento es cada vez más impulsivo e incontrolado; se es prisionero de la adicción. Es ir en caída a la desesperación y a la destrucción personal y de los seres que le tienen aprecio. Se es esclavo del alcohol y si no se pide ayuda, lo único que sigue es una muerte muy

dolorosa.