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El Alcoholismo afecta a los Adultos Mayores

Reimpreso de (Boletín Ganar Aliados no.28) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.

Los adultos mayores son el sector más olvidado y el que más padece el alcoholismo; en la edad adulta el alcohol es un escape para asumir la vejez.

 

 

CIUDAD DE MÉXICO, México, sep. 28, 2006.- Cuando se habla de alcoholismo de inmediato pensamos en jóvenes o adultos jóvenes, pero lo cierto es que el sector de la población quizá más olvidado, el adulto mayor, lo padece.

 

La tendencia es hablar del abuso de bebidas alcohólicas entre la juventud, la realidad es que el mismo sistema no permite detectar fácilmente a las personas mayores que ingieren bebidas etílicas de forma exagerada.

 

En algunos casos el alcoholismo en la etapa adulta es el resultado de historias de abusos, pero en la mayoría adopta la forma de un escape a una realidad difícil de asumir, la vejez. Se habla poco y se sabe menos, de hecho entre un dos y un tres por ciento de los alcohólicos tiene más de 65 años, de hecho, se habla que la mitad de los adultos mayores alcohólicos empezaron con el problema sobre los 60 años.

 

Lo más lógico es que la dependencia al alcohol haya comenzado durante la juventud o madurez y que se mantenga hasta la senectud, sin embargo, es lo menos habitual, ya que cuando se trata de grados elevados de alcoholismo, es difícil sobrevivir hasta una edad avanzada.



Las personas mayores sufren con más frecuencia de aislamiento o soledad, y eso muchas veces los induce a consumir alcohol como una especie de automedicación para sustituir carencias. El problema lo detecta ajenos o porque acuden directamente al médico por otro tipo de malestares que no atribuyen al alcohol, como problemas gastrointestinales, de equilibrio o memoria.

 

Los efectos del alcohol en adultos mayores son casi inmediatos, son más sensibles porque la tolerancia a esta bebida va disminuyendo con la edad, por lo tanto, hay una mayor tendencia a perder funcionalidad.

 

Por otro lado, esto genera pérdidas a nivel económico, los que están en condiciones de administrar su pensión, lo compran en cualquier vinatería o supermercado, sin restricción alguna. Quienes ya no pueden manejarse en forma independiente, requieren de terceros para conseguirlo y si no cuentan con ellos, se las ingenian para encontrar en alguna parte de la casa una botella escondida u olvidada.

 

Pero generalmente, la distribución de sus ahorros, si es que los tuvieron o de su propia pensión se ve disminuida en gran medida o de plano se pierde, de aquí que muchos caigan en la indigencia o situación de calle.

 

Es importante crear condiciones para apoyar a los adultos mayores ante esta terrible enfermedad así como buscar la forma de que su pensión no se vea disminuida.