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Nuestros grandes aliados: los profesionales en el ámbito laboral

Reimpreso de (Boletín Ganar Aliados no.42) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.

Ustedes, nuestros profesionales, siempre han desempeñado un papel de gran relevancia en la tarea de transmitir el mensaje de AA: una comunidad diseminada por todo el mundo.

 

Desde tiempos inmemoriales, la enfermedad del alcoholismo ha sido incomprendida en la sociedad, en los ámbitos laboral, profesional y escolar, en todos sus distintos niveles, incluso en el ámbito religioso, donde mucho tiempo fue considerada como “pecado”.

 

Es conocido por muy poca gente el hecho de que algunas personas llegan al suicidio por haber perdido su empleo debido a su incontrolable forma de beber, y es lamentable que un empleado, que estando sobrio es eficiente en la labor que desempeña, tenga un destino trágico que podría haberse evitado si los patrones hubieran estado apropiadamente informados de lo que es la enfermedad del alcoholismo.

 

¡Cuán importante es comprender lo que aflige al alcohólico, en qué consiste su enfermedad! He ahí una gran oportunidad para los patrones, con los que como comunidad queremos colaborar, especialmente con los jefes de personal, gerentes y empresarios, que una vez informados y sensibilizados de esta enfermedad, van a poder ayudar significativamente a los empleados que la padecen. Este nuevo enfoque es la mejor forma de apoyar a ese empleado que es inteligente, trabajador y amable… pero bebe.



Una vez que se conoce la diferencia entre el bebedor moderado y el enfermo alcohólico, el patrón será el único que podrá decidir si vale la pena conservarlo, dándole la oportunidad de rehabilitarse de esta enfermedad, pero sin fórmulas mágicas y a través de un programa serio de recuperación, como el que ofrecemos en los más de 14,000 grupos de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, A.C.

 

A final de cuentas, será una satisfacción enorme para usted, como patrón, el haber ayudado a salvar a un ser humano valioso, que de hecho ya estaba muerto en vida.

 

Los dividendos para la empresa serán del todo beneficiosos a futuro, reduciendo el ausentismo, la baja en productividad y los accidentes de trabajo. Creemos que nadie debiera ser despedido sólo porque es un enfermo alcohólico. Si el candidato quiere dejar de beber, podría dársele una oportunidad real, y eso será posible a través de patrones mejor informados.

 

Acercar la solución a sus empleados enfermos de alcoholismo, está en sus manos.