Por ilustrísima Raúl Vera López obispo de la diócesis de Saltillo
(reproducido con permiso de Plenitud aa)
Reimpreso de (Boletín Ganar Aliados no.49) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.
Después de haber perdido esposa e hijos, Albino llegó hecho una piltrafa — reconoce — al grupo de Alcohólicos Anónimos, pero aún con ánimos de rehacer su vida. El alcohol había sido su compañero por muchos años, y esto lo llevó a destruir su hogar.
Afortunadamente, ahora son ya dieciocho años continuos en que él no ha bebido ni una gota de alcohol, y aunque menciona que no todo lo recuperó, sí logró rescatar su vida al ponerla al cuidado de Dios. La relación con sus hijos también mejora cada día. «En AA no nos cansamos de ayudar a otros sin esperar nada a cambio, y buscamos una vida de calidad, apegada a la oración y a la meditación», dice Albino, y afirma que algunos de sus familiares presuntamente alcohólicos se han acercado a él para pedirle ayuda; uno a uno van llegando al grupo de AA.
Como parte de su nueva vida, Albino presta un servicio voluntario dentro de la comunidad de aa. Recientemente tuvo oportunidad de coordinar uno de los muchos congresos que esta organiza. Con el fin de subrayar la importancia que tiene para aa la colaboración sin afiliación con representantes de la religión, la psicología y la medicina, al mismo fue invitado su ilustrísima Raúl Vera López, obispo de la diócesis de Saltillo, para impartir las conferencias «Los beneficios de la oración y la meditación» y «El dilema de la fe». Albino comentó que la presencia de su ilustrísima en ese espacio representó un enriquecimiento espiritual para cada uno, pues sus profundas palabras alentaron y fortalecieron los nuevos propósitos de nuestra vida en sobriedad.
El programa de AA rescata al hombre y a la sociedad
Su ilustrísima Raúl Vera López resaltó en su conferencia cuán importante es que cada persona rescate los principios del ser humano, para afirmarse e integrarse a la construcción de una comunidad. Dijo al respecto que «El programa de aa es ejemplar para rescatar al hombre y devolverle su autoestima, para volverlo a colocar en el contexto social, para ser la persona de bien que por sus cualidades ya es.>> Con esto — continuó — no solo se rescata a la persona misma, sino que se rescata a la sociedad. Porque estas personas que cayeron en la enfermedad tienen cualidades; son personas excepcionales y pueden colaborar en la construcción del mundo. No únicamente a las familias se les devuelve la tranquilidad: ¡es a toda la sociedad! Porque tienen su riqueza para compartirla y edificar juntos y juntas este mundo, que necesitamos con justicia, con verdad. El programa de AA es un proyecto de vida en comunidad — enfatizó —, pues se integra a la sociedad; los hombres y mujeres alcohólicos se integran a ese grupo donde inician su proceso. Esa es la riqueza». Para el obispo de Saltillo, las personas que forman estos grupos «irradian luz e impulsan a otras para que inicien el proceso de integración».
Continuará...