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Presencia de alcoholismo en el centro laboral

Reimpreso de (Boletín Ganar Aliados no.50) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.

En muchas empresas, los directores, gerentes y jefes de recursos humanos se enfrentan cotidianamente a serios problemas de comportamiento de los trabajadores, cuya desconcertante actitud suele asociarse a otros problemas que, en realidad, pudieran no ser sino síntomas de la enfermedad del alcoholismo.

 

La enfermedad del alcoholismo conlleva pérdidas económicas en las empresas; ocasiona el deterioro de las relaciones laborales con y entre los trabajadores; deriva en situaciones violentas dentro del hogar —y una familia violenta forma niños

violentos—. Por ello es importante detectarla y brindar atención y tratamiento a la población trabajadora que lo necesita.

 

La productividad, la calidad, la seguridad y el clima laboral de una empresa pueden verse disminuidas por prolongadas incapacidades médicas, o bien, por perder a un empleado que ha sido altamente capacitado —luego de mucho tiempo y a un alto costo.

 

También por trabajadores con un alcoholismo evidentemente desarrollado (dependientes del alcohol), o en quienes ya se acusa un problema con la bebida, en ellos se ve disminuida la capacidad y calidad de su trabajo; sus reflejos y reacciones se vuelven lentas; baja su capacidad para evaluar si está en una situación de riesgo (precisamente porque el alcohol está influyendo en él o ella); pierde el miedo y se vuelve más valiente. El alcohol le provoca esta inconsciencia y hace cosas que en otras circunstancias no haría. También se observan entregas a destiempo, ausentismo, accidentes laborales, enfermedades, sanciones, despidos, rotación, etcétera.