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¿Por qué los empresarios deberían mostrar interés en el alcoholismo de sus trabajadores?

Reimpreso de (Boletín Ganar Aliados no.51) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.

Hasta cierto punto, la mayoría de los empresarios consideran que los hábitos y actividades de sus empleados —fuera de su trabajo— no son de su interés o competencia, pues son asuntos personales. Tradicionalmente, los empresarios han tratado de evitar el interferir en los problemas del empleado bebedor, hasta que este se convierte en una persona indeseable en su centro de trabajo.

 

Por ejemplo, el ausentismo entre los alcohólicos reconocidos se ha llegado a estimar en nuestro país en más de treinta y cinco días por año. Adicionalmente, no se han tomado en cuenta los comentarios de los otros empleados acerca del ausentismo los días lunes y las descomposturas y problemas de los martes; el desperdicio y roturas de material y equipo; el trastorno de la moral en la fábrica u oficina, y el incalculable mal que el alcohólico está haciéndose a sí mismo y a su familia por su forma de beber.

 

Las pérdidas materiales por este concepto son enormes, pero difíciles de cuantificar. Treinta y cinco días de ausentismo representan, en términos generales, el equivalente de un mes y medio de trabajo en fábricas y oficinas. Este solo factor debería ser suficiente para merecer la más seria atención de los empresarios y funcionarios sobre los empleados alcohólicos o potencialmente alcohólicos.

 

Todavía no se tiene la exactitud para calcular con cierta aproximación las pérdidas en que se incurre; mientras amigos, compañeros y hasta supervisores van cubriendo al empleado alcohólico, antes de que la gerencia llegue a conocer el problema. Es imposible calcular los inconvenientes y disgustos resultantes de la interrupción de los programas de producción y la necesidad de echar mano de gente inexperta para ciertas operaciones.

Lo que Alcohólicos Anónimos puede y ha comenzado a hacer para cooperar con los empresarios y sindicatos

Con ayuda del sindicato de una gran empresa, se han logrado desarrollar programas permanentes para el combate al alcoholismo, y se han llegado a formar diversos grupos de Alcohólicos Anónimos en sus diferentes instalaciones, los cuales

funcionan regularmente. Conforme a nuestros principios, se ha tenido especial cuidado de no vincular a los grupos con ninguna clase de afiliación o dependencia económica de la empresa. Este trabajo lleva ya varios años y la mayoría de los miembros de Alcohólicos Anónimos que colaboran en estas actividades, son también empleados de la misma empresa.

 

Algunos compañeros han tenido dificultades para hacer labor de paso doce (transmisión del mensaje) en sus empleos, o hablar a sus jefes acerca del problema del alcoholismo, pues consideran que el que alguien se entere de que es miembro de nuestra comunidad le pudiera acarrear problemas. En este caso, hemos siempre recomendado a los miembros aa. aa. que si ven en peligro su sobriedad, no lo hagan; su sobriedad es más importante. Pueden mejor pedir ayuda a otro miembro de la comunidad para que atienda el caso, quien será muy discreto con el anonimato del primero.

 

Cada industria deberá, naturalmente, desarrollar sus programas de acuerdo con la organización y gente de que dispone. Los estudios recientes sobre el alcoholismo están arrojando nuevas luces sobre esta enfermedad. Se están logrando progresos.

 

Los elementos y técnicas de que se dispone —aunque no siempre fáciles de aplicar— dan buenos resultados en muchos de los casos. Su uso exige conocimientos, comprensión, paciencia y la gran virtud de la caridad, sin la cual ningún problema puede afrontarse adecuadamente.