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AA y la Educación

Reimpreso de (Boletín Ganar Aliados no.56) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.

Cada vez es más frecuente escuchar en los medios de comunicación (ya sea noticieros, prensa escrita o revistas especializadas) sobre el consumo y abuso del alcohol entre niños y niñas, así como de otras sustancias ilegales. Puede que estas noticias no resulten agradables a las familias y amigos de los menores involucrados, pero son una realidad. No es necesario recurrir a estadísticas que corroboren este fenómeno social, que provoca daños en el desarrollo mental y físico de los infantes, vulnerando el tejido social desde sus más tiernas raíces.

 

Es normal escuchar sobre adolescentes que consumen alcohol en la escuela, en el parque o en sus casas, que toman hasta embriagarse con amigos o en solitario. Esta experiencia es nociva para el desarrollo integral de los menores, viéndose afectado su desarrollo cerebral que a su vez puede provocar un cambio en su percepción de la realidad y desaciertos en su toma de decisiones, lo que resulta peligroso en grado superlativo. Se altera su visión, el oído y la coordinación de movimientos, modificando su percepción de la realidad y emociones, perturbando su discernimiento, robar e incluso matar.

 

El contacto con el alcohol entre menores puede ser facilitado por diversos factores. No toda persona que bebe es alcohólica, pero el auténtico enfermo alcohólico acelera su autodestrucción comenzando a beber a corta edad. Durante los últimos años se ha incrementado la ingesta de alcohol entre el sexo femenino. Antes, la proporción entre mujeres y hombres era de uno a diez; en la actualidad, es de siete a diez. Este incremento se puede deber a varias razones. ¿De qué formas propiciamos y facilitamos el consumo de alcohol entre menores?

 

En ocasiones, en tanto no nos «molesten», somos indiferentes al entorno del adolescente. No lo escuchamos ni entendemos su forma de hablar, de expresarse y de vestir. No conocemos a sus amigos ni nos preocupamos por sus lecturas. Por lo que no detectamos a tiempo que son alcohólicos. Podemos asegurar con gratitud que nuestros amigos profesionales han contribuido grandemente a presentar el alcoholismo como una enfermedad ante el público, favoreciendo el trabajo de aa.