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Un mensaje de Arzobispo Primado de México

Reimpreso de (Boletín Ganar Aliados no.61) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.

México, df a 4 de junio de 1997.

 

Querido amigo Alcohólico Anónimo:

 

Por medio de estas líneas te saludó y me permito manifestarte mi más alegre felicitación, conmemorando los 62 años de

nacimiento de Alcohólicos Anónimos.

 

Tú y tus compañeros lo llaman programa de recuperación, camino de Doce Pasos que conducen al despertar espiritual y que supone morir a los viejos moldes o, dicho de otra manera, «producen el desinfle de ego».

 

La literatura de Alcohólicos Anónimos nos dice que se trata de un programa de vida que es cien por ciento espiritual, pues como leemos en el Segundo Paso: «Llegamos al convencimiento de que solo un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio».

 

Es verdad solamente «un Poder superior» puede quitar la obsesión de beber, ahora bien, algunos no quieren creer en Dios, otros no pueden y aún los que creen en él no tienen la fe en que haga este milagro.

 

El recién llegado aprende a dejar de jugar a la idea de ser Dios y comienza a intentar comunicarse con el Dios verdadero, con gran asombro ve que Dios efectivamente hace por él lo que él jamás pudo hacer por sí mismo.

 

Deseo dar testimonio de que a lo largo de mis treinta años como sacerdote he visto que esto que dice la literatura de aa se cumple con la vida de cada persona, hombre o mujer que decide poner su voluntad y su vida al cuidado de Dios.

 

Alcohólicos Anónimos saca de la muerte y comunica vida ¿Cómo no dar gracias a Dios por este regalo que nos dio por medio de dos matrimonios Bill y Lois W. y el Dr. Bob y Anne S.?.

 

Por estos hechos tan singulares de todo corazón me uno a tu acción de gracias y a la oración de tantos hombres y mujeres, la gran familia de aa en el mundo. Tu servidor y esta arquidiócesis de México que presido, nos ponemos a tus órdenes. Deseamos trabajar junto a todos ustedes con el propósito de que este «Mensaje de vida» llegue a cuantos hombres y mujeres lo necesitan.

 

 

 

Tu hermano y servidor que te bendice.

Norberto Rivera Cabrera

Arzobispo Primado de México

(Boletín Ganar Aliados, núm. 2, pág. 6)