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Viejos valores para un AA moderno: ¿Sigue siendo relevante el anonimato?

Reimpreso de (Boletín Apartado 2970 no.312) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.


Mi nombre es Pat D., soy un alcohólico de Irlanda, y es un honor para mí compartir con ustedes hoy sobre la relevancia del anonimato en mi vida. Mi ocupación es como electricista. No soy un periodista, ni trabajo en los medios de comunicación de manera alguna. La razón por la que comparto con ustedes es simple: todo lo que tengo que ofrecer es mi experiencia sobre cómo ha afectado el anonimato y continúa afectando mi vida diaria.

 

Con la ayuda de mi padrino y con la lectura de la literatura de aa, verdaderamente reconozco la diferencia entre anónimo y anonimato. Permítanme explicar mi comprensión de esta diferencia en términos sencillos, y la relevancia que tienen para mí hoy en día.

 

El ser anónimo significa mantenerme fuera del

reflector, quedándome en el fondo. Estas dos características están en conflicto directo con la manera en que viví como alcohólico activo.

 

AA no es anónimo — de hecho, es nuestra responsabilidad asegurarnos que el público esté informado de nuestra existencia por cualquier medio a nuestro alcance. Aquí es donde entra en juego nuestra estructura: información pública, contacto con la profesión médica y otras agencias, con la esperanza de dar a conocer nuestro único propósito, el de informar al alcohólico que aún está sufriendo que tenemos una solución a su dilema. Esta es nuestra responsabilidad.

 

En Irlanda, nuestras estructuras están trabajando bien, evolucionando constantemente para enfrentar los cambios de la comunicación moderna. Nuestra información pública está bajo el ámbito de nuestro comité nacional de ip, el cual es representativo de nuestra comunidad a nivel nacional. La

junta tiene la responsabilidad de asegurar que se mantenga la correcta visión. No se puede desestimar el trabajo de nuestros custodios no-alcohólicos en este sentido.

 

Mi familia, amigos, compañeros de trabajo y mi equipo médico están conscientes de que soy miembro de aa. Era mi responsabilidad informarles del hecho de que el ser miembro de aa era la única razón por la cual he logrado y he mantenido la sobriedad. Es un programa de atracción más que de promoción. Noten que dije que mi membresía en aa era responsable al darles a conocer su existencia y los beneficios que he obtenido por ser miembro. Para mí el anonimato significa entregarme incondicionalmente, no asumiendo el crédito, para beneficiar a otros. Significa mantenerme alejado de conflictos, tanto dentro como fuera de la comunidad. También significa el no buscar reconocimiento ni aplauso por las buenas obras percibidas que pueda realizar.

 

Nuestras Tradiciones y Conceptos se explican por sí mismos en cuanto a la necesidad de permanecer dentro del ámbito del anonimato. Bill W. hace referencia de esto en sus escritos, particularmente en Como lo ve Bill. Cuando ingresé en aa, el teléfono era el único medio de comunicación con otra persona, a no ser de cara a cara. Hoy, las redes sociales en todas sus formas han llevado la comunicación a un nivel que podría fácilmente violar mi capacidad de mantener mi anonimato. Les daré un sencillo ejemplo de esto que me ocurre a mí:

 

 

Hace como un año, mientras navegaba por internet, me topé con un sitio que me llamó la atención. Era un sitio de sobriedad. Después de leerlo y volver a visitarlo durante un período de cuatro semanas, me encontré formándome opiniones de la percepción de otras personas sobre nuestra comunidad, y en particular, algunos puntos de vista sobre lo que se necesitaba cambiar en nuestra comunidad. Y sí, ocurrió lo inevitable, empecé a hacer comentarios. Me encontré defendiendo a aa y presumiendo sobre el tiempo de mi sobriedad, entre otras cosas, y la lista continua. Sin tomarme una copa, mis defectos de carácter retornaron rápidamente. Me volví egoísta, arrogante y un experto sobre lo que era mejor para otros y para aa como un todo.

 

Dios, mi Poder superior, estaba siendo reemplazado por el Yo superior, el mismo Yo superior que estaba muriendo en el pantano del alcoholismo antes de ser rescatado por aa. Gracias a Él, hablé con un querido amigo en la comunidad, le expliqué lo que ocurría y llevé a cabo sus sugerencias sobre la acción que necesitaba realizar. Me retiré del sitio de sobriedad, fui a una junta y compartí mi experiencia. La retroalimentación fue muy provechosa y descubrí que no estaba solo en mis actos. Aprendí una importante lección: que es vital que me apegue a las Tradiciones y que siga practicando mi anonimato. Mi vida pronto regresó a la calma, al estado relajado que se manifestaba antes de verme involucrado en algo que, de seguir haciéndolo, podría haber puesto en peligro mi sobriedad.

 

Si elijo comprarle una comida a un hambriento miembro nuevo, pero luego decido anunciar el evento en las redes sociales, mi ego es lo único que estoy alimentando. Debo aplicar lo mismo a todo lo que hago en aa, al igual que en mi vida diaria fuera de mi comunidad. No puedo tomar los Pasos, las Tradiciones y los Conceptos de manera aislada. Mi dependencia en un Poder superior es el hilo que une todo el programa y la estructura. Y es mi experiencia, como he tratado de subrayar anteriormente, mi anonimato y mi constante práctica de los mismos que es esencial para mantener mi sobriedad y la continua sobrevivencia y crecimiento de Alcohólicos Anónimos.

 

 

Patrick d., Irlanda